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Frederik Pohl, 1968, durante la V Convención de Boston (Boskon 5) |
Otro grande de la literatura de ciencia ficción que se nos va: Frederik Pohl falleció ayer por la tarde tras haber sufrido problemas respiratorios por la mañana. Tenía 93 años.
Mi primera “reseña” fue sobre su novela «Pórtico»; fue mi primer comentario de texto en el instituto. Todavía no tenía 15 años (soy de diciembre) y aún recuerdo, con un poco de rabia, la reacción del profesor, que me recomendó leer cosas “de más entidad”. ¡Qué osada es la ignorancia!
Frederik Pohl me enseñó que en la ciencia ficción podía haber mucho más que aventura y maravilla, sin abandonarlas. Y que no tendría que dejar de leer ciencia ficción cuando madurase, que había esperanza para mí, como lector, en el futuro. La lectura de «Pórtico» fue un shock, fue como participar en un rito de paso. Nunca lo olvidaré.
Farewell, Mr. Pohl! Y gracias.
Otro maestro que nos deja :-( La verdad es que hace poco consulté si estaba vivo, asumiendo que tendría una edad muy avanzada.
ResponderEliminarPara mi, tres novelas le encumbran al olimpo de los grandes de la ciencia ficción: "Los mercaderes del espacio", "Homo Plus" y "Pórtico" (eso sí, la primera y como mucho la segunda de la saga).
Una lata esto de la enseñanza y sus tonterías sobre lo que es una lectura recomendable para un adolescente. Espero que hoy en día hayan desaparecido algunos de estos prejuicios.
Grande Pohl. Parece que Pórtico nos abrió a muchos los ojos sobre la ciencia-ficción después de Fundaciones y Robots.
ResponderEliminarEntre los compañeros de literatura están cambiando muchas cosas, afortunadamente.
En mi instituto hay varias obras del género entre las que los alumnos pueden elegir para lecturas obligatorias. No todo va a ser La Celestina. Incluso recuerdo en un centro anterior que una de las lecturas trimestrales fue 'El retorno de los dragones' de la Dragonlance. No sé si ni tanto ni tan calvo, pero bueno :)
Hay que destacar también su influyente labor editorial. Muchos le acusan de tener una carrera literaria irregular, pero siempre me acuerdo de Asimov diciendo que, si no fuera por las horas y horas que metía Pohl trabajando como director de revistas, agente, editor, etc., lo que le hacía ser poco productivo como escritor, no se hablaría de "los Tres Grandes" sino de "los Cuatro Grandes".
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