domingo, 16 de noviembre de 2014

Ser friki (I)

Sobremesa chez Mme. Mallart e hijo; anuncios en la tele. Sale Jesús Vázquez vendiendo las bondades de una cadena de clínicas dentales.

—Jo, mamá, no veas la burrada que ha soltado ayer este en Gran Hermano.

—Boh, yo no veo eso.

—No, yo tampoco; me lo han contado. Dijo a los concursantes que no les podía comentar nada de lo que pasaba fuera de la casa pero hizo una excepción: les contó que “una nave humana se había posado en un cometa a cinco millones de años luz”. ¡Cinco millones de años luz!

—¡Boh! Cualquier cosa.

—Anda que no hay diferencia entre 500 millones de kilómetros y... eh... unos 45 billones. No, qué digo..., unos 45 trillones de kilómetros.

—Pues fíjate.

—Casi nada.

—...

—Me voy a entretener un rato calculando, a ver cuántos kilómetros son exactamente cinco millones de años luz.

—Vaya manera de perder el tiempo.

—Bueno, así me entretengo. Son cálculos sencillos, es como hacer un sudoku. Ayuda a mantener el cerebro.

—Bueno, bueno...

El hijo de Mme. Mallart se pone a hacer multiplicaciones en el periódico del domingo. Consulta un par de dudas en su móvil y, media hora después, exclama:

—¡Mamá, ya lo tengo!

—¿Ein?

—47 trillones de kilómetros. Cinco millones de años luz. Me quedé corto por tres trillones. Bueno, tres coma tres y pico.

—¿Y para eso me despiertas?

—Perdón, no me di cuenta de que estabas dormida.

—Bueno. Anda, tráeme un café.


Galaxia NGC 55, situada a unos 5 millones de años luz, en el vecino grupo galáctico Escultor.

martes, 21 de octubre de 2014

«Sanjuro», de Akira Kurosawa (1962)

☆☆☆¾

El domingo por la noche vi la película japonesa Sanjuro, del gran Akira Kurosawa (1962). Secuela de la magistral Yojimbo (1961) y protagonizada también por un fantástico Toshiro Mifune, que interpreta al mismo ronin astuto y misterioso que la lió parda entre los Seibei y los Ushitora, es una película más sencilla que su famosa antecesora, más lineal, pero muy entretenida y soberbiamente rodada e interpretada.

Yo desconocía esta película; la descubrí el viernes en FilmAffinity, buscando algo interesante que ver el fin de semana. Como de ciencia ficción y fantasía lo he visto prácticamente todo (al menos lo de cierta calidad) y el terror no me llama, pensé en buscar cine de otros géneros que tenía bastante abandonados. Y me topé con Sanjuro.

El sábado, charlando con mi buen amigo Ignacio Illarregui, que sabe lo suyo de cine, le comenté que me apetecía verla y tampoco la conocía, así que no es cosa mía; realmente es una película poco conocida, y la verdad es que no lo entiendo. Claro que no llega al nivel de Yojimbo, pero está muy bien; es una película llena de acción, con toques de humor propiciados por el contraste entre la experiencia y astucia del ronin y la ingenuidad y falta de “mili” de los nueve honorables pero necios samuráis que intentan acabar con la corrupción en la ciudad y se meten en un peligroso berenjenal, del que sólo el veterano guerrero ambulante podrá sacarles con vida.

En la imagen, un momento memorable de la película, cuando los nueve samuráis se dan cuenta por fin de que la única alternativa a escuchar los consejos del ronin, confiar en él y seguir su liderazgo, es cagarla y diñarla.

Yo la situaría, por calidad e intención, entre Yojimbo y La fortaleza escondida (película anterior, de 1958, que apuesta aún más por la aventura y la sencillez estructural, conocida sobre todo por haber inspirado a Lucas para realizar La guerra de las galaxias y La amenaza fantasma, que le deben muchísimo). Todavía no comprendo cómo puede haber pasado desapercibida para mí durante tanto tiempo.

domingo, 21 de septiembre de 2014

Otros 10 libros que me dejaron marca

Bueno, parece que el meme de «Los 10 libros que más te han marcado» ha vuelto, y esta vez he respondido con otros diferentes:

  • «El guardián entre el centeno», de John D. Salinger.
  • «Pórtico», de Frederik Pohl, mi primer libro de ciencia ficción verdaderamente adulta.
  • «Emmanuelle», de Emmanuelle Arsan, que leí a los 13 años en casa, a escondidas, y diez años después, en francés, en un cuartel de La Legión, también a escondidas.
  • «Miedo a volar», de Erica Jong, que leí también muy joven (con 15 o 16 años) y fue también muy instructivo.
  • «El anillo del rey Salomón», del etólogo y Premio Nobel de Medicina Konrad Lorenz, que me enseñó a querer y respetar a los animales sin humanizarlos, por ser lo que son.
  • «Bueno para comer», de Marvin Harris, mi primera lectura antropológica, muchos años antes de tener que empollarme sus libros más académicos en la carrera de Filosofía.
  • «Obras de Epicuro», en edición de Monserrat Jufresa para Tecnos, que me cambió la vida a los 21 años.
  • «Fundación», de Asimov, que me mostró el poder del conocimiento bien aplicado y un montón de cosas más.
  • «Los viajes de Gulliver», de Jonathan Swift, en la edición íntegra de Anaya, que me enseñó que por mucho que pasen los siglos la gente sigue siendo, con preciosas excepciones, igual de necia y cabrona.
  • «Psicoanálisis de los cuentos de hadas», de Bruno Bettelheim, que me enseñó a ver la literatura, especialmente la literatura de transmisión oral tradicional, de otra manera.

Hay más, claro. Precisamente viendo la lista de mi amigo Ekaitz Ortega me he acordado de los cuentos de Poe, que también me marcaron mucho, sobre todo «Los crímenes de la Rue Morgue» (en la antología de Anaya Tus Libros «El escarabajo de oro y otros cuentos»). El entusiasmo tras leer este libro me llevó a guindarle a mi abuelo una recopilación de «Narraciones», con prólogo de Baudelaire, que sacó Giner en una colección de esas para decorar salones (muy bien editada, sin embargo) con casi toda su narrativa y una esmerada traducción de Julio Gómez de la Serna (hermano de Ramón, el de las greguerías), bastante mejor que la de Cortázar (EMHO). Gracias a estos dos libros se me abrieron dos horizontes enormes, el de la novela negra y el del terror.

El libro de Anaya, especialmente, traía una introducción estupenda de Juan José Millás sobre la novela policiaca, de la que aprendí muchísimo. Ese libro me llevó a Arthur Conan Doyle y a un estuche con todas las novelas y cuentos de Sherlock Holmes, y también a «El mundo perdido» (Anaya Tus Libros otra vez, qué gran colección), y de ahí salté a las obras completas en dos tomos de H.G. Wells, en papel biblia, de Plaza & Janés. A esas edades (leí todos estos libros, incluidos los de la lista anterior, antes de los 25 años), los libros se retroalimentan, uno puede llevarte a muchos, a descubrir géneros enteros, pero también te influyen a niveles insospechados.

Por ejemplo, yo nunca quise dedicarme a escribir “en serio”, a pesar de que, desde adolescente, mis profesores me animaban a ello continuamente («Tienes madera para escribir», me repetían con asiduidad), porque desde niño tengo grabada en la mente la imagen de un Emilio Salgari desesperado, rajándose el cuello con una navaja de afeitar, por no poder alimentar a su familia. Esto lo leí en la introducción a una edición de «El Corsario Negro» (otro libro que podría haber puesto en la lista, junto con «Los tigres de Mompracem» —protagonizada por el famoso Sandokan, cuyas aventuras se emitían entonces por televisión— y, en la misma colección, «20.000 leguas de viaje submarino, de Jules Verne) y me impresionó muchísimo. Vamos, que de dedicarme a la literatura, nada; ¡ni loco!

lunes, 18 de agosto de 2014

El carrerón de "Ancillary Justice", de Ann Leckie (II)

Bueno, pues ya han salido los premios Hugo. La vencedora en la categoría de novela este año es, pese a la competencia de “La Rueda del Tiempo”, del difunto Robert Jordan (con sus innumerables fans), la opera prima de Ann Leckie “Ancillary Justice”. Como os conté en la entrada anterior, esta novela, primera de una trilogía de space-opera protagonizada por una IA, está arrasando desde que salió. Hace poco fue galardonada con el premio Nebula, después de ganar en el Reino Unido el premio de la BSFA (ex-aequo) y el Arthur C. Clarke, que se concede a la mejor novela de ciencia ficción del año publicada originalmente en el Reino Unido. Al ser una opera prima, no entra en la competición del premio Locus a mejor novela, sino a mejor novela debutante (cosa que a mí me parece, sinceramente, una chorrada).

“Ancillary Justice” ha cumplido mis esperanzas al superar el difícil escollo de “La Rueda del Tiempo”, una saga de fantasía, de 14 libros, de un autor difunto, con miles y miles de fans. También ha sido capaz de superar la competencia de un autor reconocido como Charles Stross, con su novela “Neptune’s Brood”. No puedo dar mi opinión sobre ésta ni sobre la ganadora porque aún no las he leído. Seguramente leeré antes la de Stross, porque no tengo ganas de empezar la trilogía de Leckie hasta que haya salido completa. De momento han salido las dos primeras entregas, “Ancillary Justice” y “Ancillary Sword”.

Con su novela de debut, Ann Leckie ha conseguido el codiciado doblete Hugo+Nebula, que durante los años 70 fue prácticamente la norma pero últimamente ya no es tan frecuente, aunque durante la década anterior hubo una racha notable. Esta es la lista de novelas que han logrado ambos premios:

Dune / Frank Herbert1966
La mano izquierda de la oscuridad (The Left Hand of Darkness) / Ursula K. Le Guin1970
Mundo Anillo (Ringworld) / Larry Niven1971
Los propios dioses (The Gods Themselves) / Isaac Asimov1973
Cita con Rama (Rendezvous With Rama) / Arthur C. Clarke1974
Los desposeídos (The Dispossessed) / Ursula K. Le Guin1975
La guerra interminable (The Forever War) / Joe Haldeman1976
Pórtico (Gateway) / Frederik Pohl1978
Serpiente del sueño (Dreamsnake) / Vonda McIntyre1979
Fuentes del paraíso (The Fountains of Paradise) / Arthur C. Clarke1980
Marea estelar (Startide Rising) / David Brin1984
Neuromante (Neuromancer) / William Gibson1985
La voz de los muertos (Speaker for the Dead) / Orson Scott Card1987
El libro del día del juicio final (Doomsday Book) / Connie Willis1993
Paz interminable (Forever Peace) / Joe Haldeman1998, 1999
American Gods / Neil Gaiman2002, 2003
Paladín de almas (Paladin of Souls) / Lois McMaster Bujold2004, 2005
El sindicato de policía yiddish (The Yiddish Policemen's Union) / Michael Chabon2008
La chica mecánica (The Windup Girl) / Paolo Bacigalupi2010
Blackout/All Clear / Connie Willis2011
Entre extraños (Among Others) / Jo Walton2012
Ancillary Justice / Ann Leckie2014

domingo, 18 de mayo de 2014

El carrerón de "Ancillary Justice", de Ann Leckie

Bueno, pues ya han salido los premios Nebula. La vencedora en la categoría de novela este año es una opera prima candidata al Hugo, la space-opera “Ancillary Justice”, de Ann Leckie, que está arrasando desde que salió. Hace poco fue galardonada con el equivalente británico del Nebula Hugo, el Premio de la BSFA (ex-aequo). Y también ha recibido el Premio Arthur C. Clarke, que se concede a la mejor primera novela de ciencia ficción del año publicada originalmente en el Reino Unido. Al ser una opera prima, no entra en la competición del premio Locus a mejor novela, sino a mejor novela de un debutante (algo que a muchos les puede parecer injusto).

Hay quienes ya comparan a Leckie con Iain M. Banks. Esto no puedo juzgarlo porque “Ancillary Justice” pertenece a una trilogía que está sin terminar, y prefiero esperar a que haya salido todo para leerlo seguido, pero tiene bastante buena pinta.

Lo del Hugo está más complicado por el “efecto fan” que hace años ya perjudicó a “Tormenta de espadas”, para muchos la mejor novela de la saga “Canción de Hielo y Fuego” de George R.R. Martin, cuando ganó una de la serie de Harry Potter. (Me pregunto qué pasaría hoy en día si se repitiera esa votación, con la legión de fans que ha sumado Martin desde entonces).

Este año “Ancillary Justice” se enfrenta a los fans de “La Rueda del Tiempo” del difunto Robert Jordan. A la serie completa de 14 libros (20 volúmenes en la edición española). Una saga entera de fantasía, de un autor difunto, con millones de fans, dos de ellos en la TerSa, sin ir más lejos. Ann Leckie lo tiene crudo, pero espero que gane. No por nada, sino porque me parece injusto enfrentar a una opera prima como la de Leckie, primera de una trilogía aún sin terminar, o incluso a una novela de un autor reconocido como Charles Stross (que compite con “Neptune's Brood”), con una saga de 14 novelas con un mogollón de fans amontonado durante más de dos décadas.

Eso por no hablar de los trolls fascistas de Vox Day y su correligionario Larry Correia.

miércoles, 9 de abril de 2014

Adiós al Último Guerrero (1959-2014)

Ha muerto James Hellwig, el Último Guerrero. Hace más de veinte años me inspiró un relato sobre la violencia, con un punto humorístico, al estilo de algunas de las historietas del n.º 1 de Aventuras Bizarras, uno de mis favoritos ya entonces. Como siempre, se lo dedico a mi amigo Carlos Huidobro. Y al Último Guerrero, claro.



ULTIMATE WARRIOR


Jean Mallart
(Murcia, 1993)


Diosss, cada viernes lo mismo. Puta mierda de Pressing Catch y puta mierda de compañero de piso. Pero qué subnormal. Porque para ver esa mierda cada viernes sin falta ya hay que ser tonto, pero es que encima se lo cree, el muy capullo. Que no me jodan: para eso hace falta ser un auténtico imbécil. Y Claudio lo es, sin duda.

¡Joder! Se le oye desde mi cuarto, que está al lado del salón, y no puedo concentrarme.

—¡Dale, Enterrador, éntrale ahí! ¡Así, con fuerza! ¡Dale ahí! ¡Bah!

¡No! Otra vez el Enterrador. El favorito de Claudio. Menuda sesión de estudio me va a dar. Dios, qué gilipollas es el tío.

—¡Mátale! ¡Mátale!

Ya está bien. Se va a enterar.

—Joder, Claudio, controla un poco, que estoy estudiando.

—Baaah; vete a tomar por culo a tu cuarto, no me jodas.

¡Coño! ¿He alucinado o me ha mandado a tomar por culo? Cagontó...

—Eh. No te pases que me conozco.

—Bah. Pasa de mí.

—Clau...

—¡Joder, pesado! Déjame ver esto, ¡que es la final de la WWF, joder! ¡El Último Guerrero contra el Enterrador! ¡La leche!

Yo te mato, cabrón.

—Por favor, Claudio. Mañana tengo un examen y quiero repasar. Así que haz ¡el puto favor! ¡¡de bajar la voz!! ¡Hostia!

Claudio no se mueve.

Miro la tele. El Enterrador ha cogido al Último Guerrero, le ha levantado en vilo y se dispone a lanzarlo fuera del cuadrilátero. Aún está en garantía; si le doy una patada y la jodo, ¿me darán otra en la tienda? No creo.

—Pero tú de qué vas —dice el muy mamón—. O sea: es viernes, toca divertirse, ¿y me lo quieres joder? ¿Me lo vas a joder tú? Anda ya. A mí nadie me jode nada.

Me cago en su puta cabeza. Será cabrón. Me dan ganas de partirle el cráneo.

—No quiero aguarte la fiesta. Quiero estudiar y tú no me dejas. Bastante me jode ya tener que ir en sábado a hacer un examen; sólo faltaría que lo suspendiera.

—A mí eso me la suda.

Ya está. Ya está. ¡Será hijoputa!

—Mira que eres hijoputa.

—¿Qué? ¿Qué has dicho? Mira que...

—¡Hijo de puta! —De un salto, me coloco detrás de Claudio, le agarro por el cuello y empiezo a machacarle un ojo con el puño. En la pantalla, el Último Guerrero le está dando caña al Enterrador. Se va a llevar el cinturón. Fijo.

—¡Hijoputa, hijoputa, hijoputa! ¡Te voy a matar, cabrón, papanatas, tío mierda, niñato, subnormal!

El Último Guerrero se agarra a las cuerdas, da una voltereta y le arrea al Enterrador una patada de kung fu en toda la cara. Claudio cae al suelo. Le piso la cabeza. Parece que el Enterrador no se levanta. El Último Guerrero se le echa encima. El público ruge. Claudio gimotea. El árbitro se arrodilla y da una palmada. ¡Dos! ¡¡Tres!! ¡El Chandler Pavillion estalla, señoras y señores! ¡Claudio está K. O.! ¡El cinturón es mío! ¡Viva el Último Guerrero!

jueves, 20 de marzo de 2014

Vaya timo

Quién me iba a decir a mí cuando tenía veinte años que en 2014 estaría como en 1991, en casa de mis padres, sentado en el mismo sillón, leyendo una novela de ciencia ficción y, sonando de fondo, un disco de Bloque. Pensaba que ya tendría un coche volador en la azotea, una androide sexual en el armario y cuatro clones sacando matrículas de honor en el ciberinstituto. Menuda estafa, el futuro.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Un "tweet" extrañamente difícil de encontrar

(Inspirado por mi amigo Nacho Illarregui y su magnífica parodia de Sartre: «El fandom son los otros», que me hace reír cada vez que la recuerdo).

lunes, 17 de febrero de 2014

BIG CULO DAY 2014: «Jungle Queen», por Frank Cho

Me encantan las chicas y los dinosaurios, así que es lógico que me guste el trabajo de Frank Cho. Espero que siga dibujando chicas y dinosaurios durante muchos, muchos años. ¡Sin censura!

Esta ilustración pertenece a una larga serie dedicada a su personaje Jungle Queen. Últimamente Cho ha conseguido, gracias al crowd-funding, financiación para un gran proyecto artístico muy relacionado con su exuberante heroína rubia, lo que le dará por fin libertad para hacer lo que quiere sin censuras ni limitaciones de ningún tipo. ¡Estoy deseando ver los resultados!

Para más información sobre esta bonita celebración, que cumple siete añitos, visitad el (imprescindible) Blog de Jotacé.

«Loose End», de la serie de ilustraciones «Jungle Queen»,
de Frank Cho (tinta china sobre papel, mayo de 2013).

jueves, 6 de febrero de 2014

10 relatos que me dejaron marca

Cristina Jurado, del blog Más ficción que ciencia, me ha contagiado con una “mutación” del meme de los diez libros que más marca han dejado en nuestras vidas. Pide que seleccionemos diez relatos (pueden ser cuentos, relatos breves, novelas cortas... pero no libros completos, ni novelas; es decir, ficciones de menos de 40.000 palabras) que sean importantes en nuestra vida por el impacto que han causado o por la influencia que han ejercido. Como dice Cristina, vamos allá y todo sea por el amor que nos une a la literatura. OUGH YEAGH!

Como siempre, otro día es posible que pusiera una lista diferente. No soy muy de relatos, pero de vez en cuando pico.

  • «Los tres electroguerreros», de Stanislaw Lem.
  • «La perla», de John Steinbeck.
  • «Los crímenes de la Rue Morgue», de Edgar Allan Poe.
  • «El diablo en la botella», de Robert Louis Stevenson.
  • «De brazos cruzados», de Jack Williamson.
  • «Rita Hayworth o la redención de Shawshank», de Stephen King.
  • «La polilla lunar», de Jack Vance.
  • «El fantasma de Kansas», de John Varley.
  • «Desaparición», de Richard Matheson.
  • «La isla a mediodía», de Julio Cortázar.

Y muchos más, claro, pero la lista es de diez. Últimamente he decidido no propagar memes, así que no nombraré a nadie, pero sois libres de dejar un comentario con vuestra lista de diez relatos más influyentes o que hayan tenido más relevancia o impacto en vuestra vida, vuestra forma de ser, de ver el mundo, etc.

miércoles, 5 de febrero de 2014

10 libros que me dejaron marca

Cristina Jurado, del blog Más ficción que ciencia, me pide unirme a un meme consistente en hacer una lista de los diez libros que más me han impactado o influido en mi vida. Otro día podría poner otros 10 que también dejaron su huella en mi existencia con claridad similar, pero de momento estos son los que se me ocurren:

  • «La historia interminable», de Michael Ende.
  • «La isla del tesoro», de Robert Louis Stevenson.
  • «Cartero», de Charles Bukowski.
  • «¡Tierra!», de Stefano Benni.
  • «Historia de la filosofía griega», en dos volúmenes, de Luciano de Crescenzo.
  • «Un ciego con una pistola», de Chester Himes.
  • «Los libros en mi vida», de Henry Miller.
  • «Más allá del bien y del mal», de Friedrich Nietzsche.
  • «Fábulas de robots», de Stanislaw Lem.
  • «Viajes y memorias, Diarios estelares de Ijon Tichy», en dos volúmenes, de Stanislaw Lem.

No sigo con el meme porque últimamente me da por pensar que son una forma de tortura, pero sois libres de contarme cúales son los vuestros en la sección de comentarios.

Una de piratas: «Black Sails»

Hoy toca comentar una serie de televisión. Black Sails (Starz, 2014) es una especie de prólogo audiovisual de la magistral novela de aventuras La isla del tesoro, de Robert Louis Stevenson, con un joven Long John Silver que acaba de ser reclutado a las órdenes del temible Capitán Flint, después de que éste asaltara el mercante en que viajaba. La serie está repleta de acción, violencia, sexo e intriga, todo ello muy de agradecer para quien escribe estas líneas.

Personalmente me gusta cómo han ido incorporando detalles del personaje de Stevenson a esta versión más joven, como su mote de “el Cocinero”, por ejemplo, su habilidad para la supervivencia y su total falta de escrúpulos bajo una apariencia afable, rasgos del mítico personaje que están bastante bien reflejados y “explicados” en la serie.

De momento es pronto, sólo se han emitido dos episodios, pero tiene muy buena pinta. Merece la pena ver un episodio sólo por la preciosa secuencia de títulos del comienzo, realmente bella y espectacular.