Acabo de enterarme por Angel Araquistain, "Hober", del fallecimiento de Antonio Rodríguez Babiloni, el pasado verano.
Aunque últimamente no me llevaba bien con Antonio (por un problema mío de intolerancia, supongo), lamento su desaparición.
Murió el 30 de junio a los sesenta años de edad, cumplidos el 19. Recuerdo que cuando entré en es.rec.ficcion hace 15 o 16 años ya estaba muriéndose. Sus problemas de salud, que no se cansaba de narrarnos con detalle, eran constantes. Sufrió mucho en su vida y tuvo mucha mala suerte. Llevaba muchos años esperando un trasplante que nunca llegaba y, cuando por fin algún médico se apiadó, ya fue tarde.
A pesar de sus erratas (en un sentido amplio) y sus excentricidades, me consta que era un buen tipo que nunca mereció tanta mala suerte y tanto sufrimiento. Ahora, por fin, han terminado. Descanse en paz.
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