jueves, 8 de septiembre de 2005

«Vurt», de Jeff Noon

☆☆☆☆☆

What if you slept? And what if, in your sleep, you dreamed? And what if, in your dream, you went to heaven and there plucked a rare and beautiful flower? And what if, when you awoke, you had the flower in your hand? Ah, what then?

Samuel T. Coleridge


Todos tenemos a alguien de cuya opinión sabes que te puedes fiar a la hora de enfrentarte a nuevas lecturas; gente que no te falla, que siempre acierta con las recomendaciones. Uno de estos guías que nunca me fallan es Miquel Nicolás, Neko.

Gran conocedor del género fantástico, incisivo, curioso y viajero, me ha descubierto a autores imprescindibles como Iain M. Banks, uno de sus favoritos (con M o sin ella), Neil Stephenson (Snow Crash), China Mièville (La estación de la Calle Perdido) y hasta la Canción de Hielo y Fuego la recomendó él antes que nadie que yo conozca (lee mucho en inglés, algo a lo que también me animó, y te pone sobre aviso de las novedades interesantes con mucha antelación).

Uno de sus mayores aciertos fue recomendarnos Vurt, de Jeff Noon. ¡Qué novela! Alucinante (y nunca mejor dicho).

Yo lo recomiendo a todos los dickianos del grupo sin reservas. Y no voy ni a decir de qué va porque sería una estupidez. ¿Que no me creen? Ya lo verán...

A mí me gusta bastante Philip K. Dick y, teniendo en cuenta quién lo recomendaba, no lo dudé.

La novela es todo un viaje; te sumerge desde el principio en la acción, convirtiéndote en testigo de la misma, en un entorno extraño que Noon presenta sin explicaciones castrantes, a palo seco, dejando que vayas asimilándolo y adaptando tu visión, poco a poco, al oscuro escenario en que se mueven sus personajes. Con una estética próxima al cyberpunk, la novela se puede encuadrar dentro de la “movida dickiana” —expresión simplificadora pero significativa; Vurt es como un chute de Ubik (inyéctesela según las instrucciones)— de historias que exploran la labilidad de los límites entre diferentes realidades, estados de conciencia, etc. Pero al mismo tiempo es muy original, salvaje, seductora, tiernamente punk.


Sobre el argumento, sobran explicaciones. Es verdad lo que decía Miquel; es mejor enterarse sobre la marcha. Como señalaba César Higuero en el mismo “hilo”, para explicarlo prácticamente hay que contar la historia, lo que quita parte de gracia al asunto.

Publicada en 1993, cuando el autor tenía 36 años, ganó el Premio Arthur C. Clarke a la mejor novela británica de ciencia ficción y es una de las 100 mejores novelas de la historia del género según una votación del grupo de noticias de Usenet es.rec.ficcion.misc celebrada en 2003. ¡Y es una opera prima!

Hay que experimentarla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario